sábado, noviembre 04, 2006

Fundamentos de Alquimia

MAGIA MENTAL VS MAGIA CEREMONIAL.
La Magia es una, pero los caminos que los practicantes siguen son tan distintos como lo son los practicantes mismos. Y como se ha dicho que "todos los caminos conducen a Roma", entonces todo parece ser válido de acuerdo a este punto de vista relativo. Pero sin prejuzgar simplemente, analicemos ambos caminos desde un punto de vista más expandido. Los dos caminos principales de la Magia, como David Goddard bien dice en su libro: "La Torre de la Alquimia", son llamados "camino directo o camino sin forma" y por el otro lado está el "camino indirecto o camino con forma". Se les divide así por el enfoque desde el que cada uno parte y por la clase de metodología que emplea. Dentro del camino directo se encuentra la Magia Mental o directa, que es aquella que no usa herramientas externas a las fuerzas y energías del propio practicante. Los materiales que usa son las propias facultades y poderes del Mago, sin otro apoyo que la concentración misma, además de otras técnicas mentales como son la meditación, los estados alterados de conciencia controlados, la reflexión y especulación hermética, además de otras técnicas mentales para centrar las energías en la intención y luego proyectarlas hacia el objetivo determinado previamente. Por otro lado, el camino indirecto o con forma, que es en el cual se encuentra la Magia Ceremonial, se sirve de rituales mágicos en los cuales se usan distintas herramientas, aparatos, artefactos y "armas" como son los altares, las varas y espadas mágicas, los sahumerios, las vestiduras, las oraciones especiales, etc. Todo esto tiene el fin principal de concentrar la atención y fijar la conciencia en lo que se está haciendo, que en este caso es el ritual por medio del cual se conseguirá el fin deseado. Ocultistas que han seguido la Magia ceremonial a lo largo del tiempo, como han sido Eliphas Levi y Franz Bardon, por ejemplo, han dicho que una vez que la capacidad de seguir el método completo se ha llevado hasta un nivel en el cual el trabajo puede darse por el simple despliegue de la Voluntad (esto es, por el simple hecho de querer que se dé el resultado, y saber el método del desarrollo del "querer", claro está), las ceremonias y todo lo externo a la propia conciencia del practicante se vuelven redundantes. En ambos caminos de la Magia, los pasos esenciales a seguir para "lanzar" un hechizo (en términos más técnicos sería: realizar una operación mágica) serían: reunir las energías y concentrarlas, concebir la intención, dirigir la atención, fijar la concentración, enfocar la conciencia y proyectar las energías hacia el objetivo deseado. Entonces, hay que entender que el verdadero poder, sin importar que se siga un camino u otro, es el de la mente. La verdadera fuente de Poder está en el Mago. Y si bien es cierto que determinados objetos o cosas cuentan con cualidades mágicas inherentes, éstas de nada sirven si el Mago no las evoca para que se manifiesten en la realidad objetiva. Y las cosas que son pobres en Mana (poder mágico) sólo serán especiales si un Mago las "carga" con determinadas energías para determinado fin concreto. En el caso de la tradición hermética de la Alquimia, por ejemplo, se maneja ante todo la Magia Mental. En el caso de la tradición Wicca, la mayor parte del tiempo se maneja la Magia ceremonial en todo su poder ancestral. Pero, aunque estos sólo son dos ejemplos, en todas las tradiciones mágicas (incluídas estas dos) llega el momento en que ambos caminos, el ceremonial y el mental, convergen y trabajan en unidad armónica, apoyándose uno al otro. Pero, a pesar de esto, son los practicantes los que tienen la última palabra.

Saludos a todos.

Leks Emrys (DarkAlchemist)

¿Magia Negra o Magia blanca?

¿Qué es la magia negra? ¿Qué es la magia blanca? La superstición ha catalogado a ambas como si hubiera diferencia, aunque debemos aceptar que al etiquetarlas por colores, los que lo han hecho han ayudado a las personas que se aproximan a una o a otra a diferenciar los rasgos del carácter de sus practicantes. Se dice que la Magia blanca se llama así porque persigue el único fin de hacer el bien, a uno mismo (el practicante) y a sus semejantes. Y la Magia negra, por el contrario, busca el mal, la destrucción, la decadencia y la entropía, en general. Pero para el practicante que quiere acercarse a la auténtica Magia, que es el conocimiento total de las edades, existe un camino que trasciende ese dualismo. La auténtica Magia no es ni blanca ni negra, simplemente Es. Como el agua que pasa por las tuberías. Es simplemente agua, pero si pasa por una tubería sucia, el agua se ensuciará, y si pasa por tuberías limpias, el agua conservará, relativamente, su pureza original. Todo es cuestión de vehículos, que son los que le dan el tinte a las energías, porque éstas sólo están ahí presentes, en todo lo que existe, y en su estado natural de manifestación son ajenas a las preocupaciones morales de aquellos que desean o aspiran a servirse de ellas. Ciertamente la Magia siempre ha estado en el terreno del secreto, de lo oculto, porque los profanos (los que opinan sobre ella sin conocerla a fondo) siempre tacharán al Mago como un ser sin escrúpulos, maligno, y lo que es peor, como un simple embaucador o charlatán, algo loco si acaso, porque parece que él mismo cree poseer poderes que en realidad no tiene...¡ni puede tener!--según lo que dicen estos "pseudo-sabios". Y luego, buscando escudarse en las supersticiones, cuando no en la ciencia, muchos acusan a la Magia y sus practicantes diciendo que ¡es UNA PRÁCTICA PROHIBIDA POR DIOS! (porque ellos mismos y en persona--así lo creen--escucharon cuando la Divina Sabiduría dio este decreto inalienable por medio de Su Palabra). Y esgrimen argumentos tales como: "Dios prohibe la Magia porque está escrito en la Biblia". Y sí, ciertamente está escrito, pero también hay que tomar en cuenta que esta prohibición fue escrita en un tiempo en el que estaba prohibido que alguien usara dos telas distintas juntas (!) O sea, si los que ahora usamos mezclilla y algodón hubiéramos estado en esa época, hubiéramos incurrido en pecado y en desobediencia a la Ley por el simple hecho de no vestir sólo de mezclilla o sólo de algodón. Como combinamos una camisa de algodón con un pantalón de mezclilla debíamos ser castigados por nuestra desobediencia(!)
Entonces, todo es cuestión de inteligencia, y se habla de acuerdo a los órdenes de inteligencias de la gente. Plotinus, un filósofo neoplatónico dijo: "No existe religión más alta que la Verdad". Y si la Magia es un medio de conocer la Verdad de las cosas, de la naturaleza en su íntima relación con las partes que la conforman, y del cosmos con el hombre, ¿qué tiene de malo seguir a esa verdad y tratar de descubrirla detrás de las tinieblas de las apariencias? En tiempos antiguos, un curandero que usaba remedios naturales, un hombre o mujer de conocimiento, eran llamados "brujos". Un alquimista que era lo suficientemente osado como para practicar su ciencia sin velos alegóricos o analógicos era llamado Hereje, apóstata y Nigromante (el desusado término que abarca la Necromancia y las otras "artes negras"). Un médium era llamado "demonólatra" y Necromante. Un Mago era llamado endemoniado...y así, las imágenes que la gente fanática observaba, no eran más que sombras de lo que realmente era, y esos creyentes miopes no se atrevían a ir más allá de ellas para descubrir la luz de la Verdad. Aquí vemos claramente que el espejo en el que las imágenes se distorsionan es la conciencia humana, el intelecto que discierne. Y si el intelecto pierde esta última capacidad, que es crucial, tenemos que la imagen de algo se convierte en una sombra del original, y no en su reflejo como debiera ser. Todo aquél que desee acercarse a la Magia, debe de contar con una capacidad de discernimiento bastante aguda, ciertamente, para distinguir lo verdadero de lo falso y encontrar la verdad en el aparente error--o en todo caso, reconocer el error donde no hay salida para el argumento y verdaderamente existe una falacia. Pero ante todo, hay que tener en cuenta que la Verdad está más allá de la relatividad bien-mal, y que ésta, por lo mismo, no es ni buena ni mala, sino que simplemente ES. De esto se sigue, implícitamente, que la Magia (la Verdadera Magia) ES. Los practicantes son los que le dan el matiz y los tonos a su energía.


LVX plena.

Leks Emrys (DarkAlchemist)